16 de junio de 2011

Capítulo 3

Caroline


A la mañana siguiente, Paul la llamó por teléfono para quedar y hablar sobre lo sucedido. Fueron juntos a comer a su restaurante favorito de comida japonesa.

-Venga Caroline, no seas tímida y cuéntame todo.

-No pasó nada. Fuimos al concierto, casi nos besamos, conocí al guitarrista del grupo, casi nos besamos, me fui a dormir y aquí estoy.

-Espera, espera… ¡¿casi te besas con los dos?! Tendrías que haberlo hecho.

-A ver, con Nick no pasó porque…no y con Pete porque yo no quise. Ya sabes que quien me gusta es Nick.

-¡Pero si Nick es un chulo! Es el típico guapo cabrón que no sale con alguien si no es para follar.

-Tú no conoces a Nick, no te cae bien simplemente porque es guapo.

-¿Y a mí que coño me importa que sea guapo? Yo no soy el que está enamorado de él.

-Yo tampoco estoy enamorada.

-Entonces… ¿por qué no te liaste con Pete?

-¡Porque me gusta Nick!

-Caroline, eres imposible, ¿todavía no te has enterado que Nick pasa de ti?

-Si pasara de mí no me habría regalado el CD del grupo de mi padre…

-Eso fue para conquistarte, para tenerte comiendo de su mano, follarte y luego dejarte. Es lo que hace siempre y si no me crees pregúntale a quien quieras.

-Me da igual lo que digan los demás. Mira lo que dicen de nosotros; que si tú estás loco y te escapaste del manicomio, que yo soy una pirada , que estamos en una secta… ¿de verdad crees que haré caso a la gente sabiendo lo que nos dicen?

-Mira Caroline, tú sabes que te quiero mucho, somos amigos desde hace años, me ayudas con mi enfermedad, tocamos juntos y todo eso. Lo que no quiero es que ese capullo te haga daño.

-Paul, déjalo ya, en serio. Es que tú no conoces a Nick, ¿Qué lo has visto?¿ tres días en la tienda? Si cuando yo hablo con él, tú te vas a ver discos y no has hecho ni el intento de conocerle, así que no hables así sobre él.

-Tú haz lo que quieras, no pienso decirte nada más. Me voy.


Paul se levanta, paga su comida y se va solo hacia su casa. Caroline está muy enfadada con Paul por no apoyarla, es el único amigo que tiene y le duele que critique a Nick, aunque en parte sabe que tiene razón en muchas de las cosas que le ha dicho. En realidad, ella tampoco se fía del todo de Nick, pero quiere darle un voto de confianza y seguir conociéndolo.

Cuando termina de comer, sale hacia su casa y de camino se sienta en un banquito de madera que había en un parque. Cogió su mp3 y se puso a escuchar música mientras tocaba imaginariamente su guitarra con las manos y cantaba como si nadie pudiera escucharla o verla.


-Pues si que tocas bien- dice Pete quitándole los cascos.

-¡Ah! Eres tú, que susto me has dado imbécil.

-Pero si ya me insultas y todo, eso es buena señal.

-Es que eso es lo más bonito que puedo decirte.

-¿Por qué eres tan borde conmigo si nos conocimos ayer?

-¿Por qué intentaste besarme el día en que me conociste?- le replicó Caroline.

-¿Y quién dice que fuera a besarte?

-¡Ah no, perdona! Es que ibas a hacerme cosquillas en la lengua ¿no?

-Justamente eso. No, hablando en serio, intenté besarte porque me gustas.

-Es imposible que te guste, me conociste ayer.

-¿Y el amor a primera vista?

-Eso no existe.

-Entonces tú ¿cómo te enamoraste del tío que iba contigo?

-¿Nick? Yo no estoy enamorada de él. Ya es la segunda vez que digo esto hoy. Tú no me conoces como para decir eso de mí.

-Entonces tú tampoco puedes comportarte así conmigo. Por favor, sólo te pido que me conozcas.

-Vale, te daré una oportunidad, pero sólo una.

-Venga, empecemos por lo principal, ¿Cuántos años tienes?

-Adivina- le reta Caroline.

-Emmm… ¿15?

-¡Claro!-dice riéndose- Tengo 17.

-Mejor, yo tengo 20.

-¿Y no te da vergüenza andar ligando con una niña de 15 años?

-¡Pero si tienes 17!

-Sí, pero tú creías que tenía 15.

-Eh…vale, ahí me has pillado, ja,ja,ja. Pero es que…no le doy importancia a la edad.

-Cambiando de tema, ¿cuándo dáis vuestro próximo concierto?

-De aquí a dos semanas, pero a ti te dejo que vengas a los ensayos si quieres.

-Claro que voy, tu grupo me encanta.

-Sobre todo yo ¿no?

-Sinceramente, tu fuiste en el primero en que me fijé pero por como tocas, ¡eres genial!

-Ja,ja,ja yo también me fijé en ti pero por como saltabas. Daba la impresión de que aunque hubiera habido una explosión habrías seguido saltando y escuchando la música.

-Sí, es que la música me cautiva y me hacer entrar en un mundo del que no puedo salir hasta que no termine de sonar el último acorde. En el concierto, sólo escuchaba tu guitarra, ni la letra, ni la batería, sólo tu guitarra.

-Eso para mí es un verdadero halago, al menos alguien valora mi trabajo aunque tu opinión no sé si cuenta porque tu también tocas la guitarra y es normal que te fijaras más en mí por ser guitarrista.

-Tranquilo, cuenta con mi opinión porque tocas genial, da igual que yo toque también o no. Además, tu me das millones de vueltas tocando.

-Vamos a comprobarlo, vente a mi casa y tocamos juntos un rato.

-Está bien, pero a tocar la guitarra solamente.

-Bueno…no te prometo que no se me escape la mano… ¡qué es broma! Que parece que me vas a asesinar con la mirada.

-Venga, anda, vámonos.


Paul

Querido libro en el que el psiquiatra me obliga a escribir:


Vale que yo esté mal de la cabeza pero es que Caroline está mil veces peor que yo. No entiendo como puede gustarle ese idiota de Nick...¡se ve a kilómetros que sólo quiere sexo! No me gusta enfadarme con ella porque es la única persona que me comprende y que me ayuda pero es que a veces me pone de los nervios. No sé que hacer para hacerla entrar en razón y lo peor es que entiendo que no quiera dejarse guiar por las opiniones de los demás pero es que Nick.. es la excepción que confirma la regla. Ninguna tía habla bien de él, yo creo que ni su madre es capaz de decir algo bueno. Además, no sé... puede ser que yo no sea el más indicado para opinar pero le veo algo raro, algo que no me gusta. Es como si estuviera rodeado de oscuridad, me da mala espina, no puedo evitarlo.

Y bueno, volviendo a lo mío... últimamente he vuelto a imaginar cosas que me parecían tan reales que me costaba distinguir si eran verdad o no. Estaba tocando el piano y escuché como me llamaban, creía que era mi hermana y fui a su cuarto pero estaba dormida. Volví a mi habitación, seguí con el piano y empecé a pensar en el tema de Caroline pero la voz que escuchaba dentro de mi cabeza no era la mía, si no la de Caroline y me decía que no quería volver a verme nunca, que la había defraudado y que no quería a un amigo como yo. Me puse a llorar e incluso respondía en voz alta pero seguía escuchando en mi cabeza la voz de Caroline reprochándome. Era más real que una conversación telefónica, parecía que estaba justo delante de mí, el problema es que no estaba.

También, he de admitir que estos días no me he tomado la medicación porque últimamente me ponía demasiado depresivo, no tenía ganas de nada y prefiero ver cosas a estar así.


En fin, no sé si este diario que me obliga a escribir el psiquiatra valdrá para algo pero yo lo intento.